lunes, 23 de julio de 2012

LA LUZ DEL DÍA



LA LUZ DEL DÍA



Un amor se fue
como se le va la luz al día,
y a la mañana siguiente,
volvió a aparecer
otro sol,
otra luz,
otro día y otra noche distintos,
más brillantes y más risueños,
de ternura y amistad,
como el vino fresco y bueno
que te salva de las penas
y te endulza el paladar.

Con la luna de Septiembre,
con estrellas y cometas
y la música entre medias
nos mirábamos de frente.
Bailamos dos o tres canciones,
¿o fueron más? No lo sé.
Mis manos en su cintura,
las suyas acariciaban mi piel.
Hubo un rato
que mi boca se perdía
y sin querer yo quería
besarla y no sé por qué.
Mis labios rozaban su pelo,
ella levantaba la cara
y como si me lo pidiera a gritos
apreté con fuerza su cuerpo
y la besé.

Si hubiera podido
no me habría despegado.
Fue un segundo,
un suspiro,
quizás lo que dura un latido
cuando alguien viene al mundo
pero seguro
que fue el beso más profundo
que en mi vida di a una mujer.
Por que fue
algo soñado,
casi casi deseado.
Mi cuerpo y el suyo.
Su cuerpo y el mío
unidos,
convertidos en uno solo.
Como dos almas fundidas
confiadas,
ilusionadas,
olvidando las penas pasadas
despertando en mí las ganas
de llenar de rosas la luz del alba
y volver a enamorarme otra vez.
MMMMMUUUAAAAKKKKK

COMUNERO

viernes, 6 de julio de 2012

PASOS




PASOS


¡Qué bonitos son los pasos
sean de cebra o de Semana Santa!
¡Qué bonitos son los pasos
si otros pasos te acompañan!


Todos los días paso
por tu calle a ver si pasas,
dando pasos de gigante
para pasar cuanto antes
sin que pase nunca nada.


Y las horas me las paso
contando todos los pasos.
Paso atrás, paso adelante.
paso lento y paso rápido
Pase cerca, pase lejos,
o pase cuando pase,
y mira que paso veces,
cuando paso por tu ventana,
nunca te pillo de paso.

Y paso de noche
y paso de día,
y cuanto más paso, más creo
que vienes detrás a pasitos
dando pasos de puntillas.

Y entonces mis pasos se paran
y paras tu también tus pasos.
Y repaso los rincones
esperando a ver qué pasa.
Nada, no pasa ni un gato.

Y pasa el tiempo
y paso yo.
Y el corazón pasa entretanto
jugando malas pasadas, pero...

¡Qué bonitos son los pasos
si tus pasos me acompañan!



COMUNERO