AAAAIIINNNNSSSSSS...

AAAAIIINNNNSSSSSS...

La vecinita de en frente
se ha comprado un vestido
que parece transparente
pero por más que miro y remiro,
no hay por dónde hincarla el diente.

La vecinita de enfrente
sale por las mañanas a regar los tiestos
y saluda a los dependientes
de las tiendas y de los comercios,
y a mí me mira sonriente
pero no sé aún, amigos,
qué hacer para hincarla el diente.

La vecinita de enfrente
viene a pedirme sal
y que si sé de arreglar grifos...
¿Grifos? ¿Sal? ¿Grifos?
A ésta yo la arreglaba
de un salto mortal.
Y eso que no trabajo en el circo,
pero cuando me mira y me habla
la boca se me hace agua,
el corazón pum, pum,
los dientes ñac, ñac
y al salero de la sal
le salen dos alas,
y a mi, un rabo y dos cuernos,
que parezco un diablillo
y pienso lo que no debo...
Aaaiiinnnsss...

La vecinita de enfrente,
la vecinita que tengo,
por el día me roba la vida
y por las noches,...
aiiinnss por las noches...
Por las noches me roba los sueños.


COMUNERO

QUIERO QUERERTE

QUIERO QUERERTE


Duele querer un querer
que por querer no quiera
querer al que quiere
que le quieran como quiera.

Cómo te quiero yo,
quiero que tu me quieras,
aunque no quieran que nos queramos
querámonos como queramos
y que los demás piensen lo que quieran.

¿Y quién fue quien quiso,
querer un querer?,
si al querer quise,
bendito querer,
que quise y quiero.

¿Qué sería de mí
y qué sería de ti,
si lo que yo quería
era lo que los dos quisimos
cuando nos quisimos
casi sin querer?

Quiéreme como tu quieras
aunque creas que no te quiero,
que queriendo al que te quiere
puedes querer lo que quieras
y yo, AMOR,
quererte quiero
hasta que la muerte quiera.

COMUNERO

POBRE AMOR

POBRE AMOR

No te quiero porque si,
ni porque me lo digan otros.
Te quiero porque contigo
mi vida cobra sentido
y sólo te quiero a tí.

Puede que sea un loco
y lo que diga no sea normal,
puede que entre mis sueños
la mujer que está escondida
salga de noche y decida
que la quiera así, sin más.

Y eso es tan cierto,
y es tanta la verdad,
que cuando te digo TEQUIERO,
es tu cara la que veo
que me muero por besar.

¿Qué me dices?
¿Dónde vas?
Yo les sigo, cerca o lejos,
bien andando, bien corriendo,
a tus manos, sin soltar.

Y a ese vuelo de tu pelo
digo al viento que te sople,
y a la mar si se encabrita
que te mande unas chispitas
de agua salada y se cobre
del amor que a ella irrita
y a tí te hace más rica,
aunque a mí, amor, mi amor,
me haga más pobre.


COMUNERO

LAS CARACOLAS DE TU PELO

LAS CARACOLAS DE TU PELO

Mi amor se ha vuelto a enredar
en el ensortijado pelo de tus rizos,
bucles de cataratas que acaricio
y no me canso de acariciar.
Filones de oro puro, amarillo, casi blanco,
como la paja del trigo cuando se siega,
como el sol a medio día que lo miras y te ciega,
brillo mate, color frío, hierro fundido colado.
Redobles de silenciosos colgajos,
fandangos, bulerías, via crucis o jotas,
ríos de surcos clavados como espinas en tu boca
cuando llueve y se te moja y en tu puerta nos besamos.
Cantarín tu pelo rubio
encrespado, enmarañado, juguetón, maleducado,
saleroso, caprichoso, laberinto de minotauros
que son mis dedos y tu pelo, su refugio.
Así es tu pelo caracolero,
bautismo de agua bendita
que si lo tocas te santifica
y algunas veces, crees tocar el cielo.

COMUNERO

NAVIDAD, DULCE NAVIDAD

NAVIDAD, DULCE NAVIDAD

Y digo yo:
¿En el cielo habrá algún bar?
Si, claro, lo habrá,
pero será parte de la multinacional
que tienen allí montada.
Por que allá no hay competencia,
como todos son tan buenos,
y tan educados,
y tan ... ¡¡Cielo Santo!!
Me estoy imaginando
todos allí cenando
ahora que viene la NAVIDAD.
Todos vestidos de blanco,
con nuestras alitas y nuestros aros,
todos con las manos juntitas
volando, llenando de bolitas
y estrellitas el árbol.
Y el portal de Belén
con el Niño, la Virgen y San José,
y la mula y el buey.
¡¡¡Aaaayy, cantando:
'Hacia Belén va una burra
rin rin,
yo me remendaba
yo me remendé,
yo me eché un remiendo,
yo me lo quitéeee...'!!!
Tiene que estar bien,
cada uno con su copa,
con su almirez y su zambomba
y dale que te pego,
bom bom bom,
todos riendo,
el pobre Jesús queriendo
dormir de una vez,
y la Vigen llamando a San José:
¡¡¡Pepeee, Pepeeeeee!!!
Y San José:
¿Dime MARI, dime?
¡¡¡Que ya está bieeenn,
que se vayaaann!!!
Vaaaaaleeeee.

Pueden hacer el favor
de callarse de una vez
es que tengo a la parienta
que quiere dormir al bebé.
Marchen al bar de enfrente
y tomen lo que ustedes quieran
y díganle al camarero
que lo ponga a mi cuenta.

Jajaja, todos allá corriendo,
¡¡¡Barra libre en el cielooooo!!!
Turrones, mazapanes,
champán francés,
guiski, vino, sandías, uvas,
diversión a tutiplén.

En el Infierno están pensando
subir a ver qué es.

¡¡¡Qué bonito, todos juntos,
ángeles, demonios, la Virgen y San José,
hasta el Niño Jesús se duerme
con los cuentos de Papá Noel,
y en la Tierra se respira
alegría de saber
que la Navidad se aproxima,
que el año se termina
y pronto, muy pronto
nos volveremos a ver.

COMUNERO

PACTAR CON EL DIABLO

PACTAR CON EL DIABLO

Dígame, señorita,
¿en qué la puedo ayudar?
Verá usted, caballero,
vengo a por un veneno
que me han dicho que aquí se vende.
¿De qué veneno me habla?
No sé, me dijeron una vez
que los tiene almacenados.
¿Almacenados?
Si.
Pues quien se lo haya dicho,
está muy equivocado.
Ah.
Los venenos que yo vendo,
no son de guardar en frascos.
Son caricias, pasiones, sentimientos,...
que una vez se prueban,
no hay modo de frenarlos.
De esos, de esos,
deme una docena
que le pago con dinero.
No, querida, no.
Yo no cobro a nadie así.
Ah, pues... yo creí...
No. Yo lo único que pido
es que firmen un documento.
¿Un documento?
Si. Ahí abajo.
Donde pone "RECIBÍ".
Pues lo firmo y amén.
Sepa usted
que la que regala es su alma
y si quiere seguir adelante,
del infierno no se salva.
Y qué más da, señor secretario,
más vale amar un minuto
que morir sin sentir nada.
Eeeeso si, es verdad.
Pues ya está.
Venga acá ese veneno,
tenga usted, la firma echada.
Vaya con Dios, señorita.
Buenas noches, caballero
y muchas gracias.


COMUNERO

MI AMIGO "EL SILENCIOSO"

MI AMIGO "EL SILENCIOSO"

Amigo querido WC

Que me esperas a diario

En tu cuarto solitario

Con la cara sonriente.

Si dijeras cuánta gente

en tu boca se ha sentado

y, callado, te has tragado

sin mirar para otro lado,

lo que nos sale del ojete...

¿Y las tardes que hemos pasado?

¿Esas tardes medio dormidos

después de haber comido

de judías un buen plato?

Abrazados.

Confesados,

comulgados,

cansados de tanto y tanto

apretar y aflojar.

Y querer y no poder.

Y dejar esa serpiente

enroscada, que parece

un cuadro del mismísimo Miró.

Y el olor,

y el color

y la suavidad del pastel

cuando cae y hace ¡chof!

¿Y el mimo que todos ponemos?

Que te limpiamos,

te enjuagamos,

te tiramos de la orejita

para que nos eches tu eruptito

cada vez que cagamos.

WC, viejo amigo,

silencioso compañero,

misterioso tertuliano,

desde que te he conocido,

nunca te he visto enfadado.

Aquí te dejo un recuerdo,

mejor dicho, mi regalo

y que sepas de quién me acuerdo,

cuando en tu boca primorosa,

pongo el ano. Jaja

COMUNERO

TRAS EL TELÓN

TRAS EL TELÓN

Junto a ella yo pasé
un tiempo inimaginable,
sentimientos que tal vez
terminaron en un instante.
Pero dieron todos sus frutos
recogimos lo que nos dimos,
nos llenamos los bolsillos
de corazones diminutos
y en los ojos semicerrados
entre estrellas y luceros
las horas eran minutos
los silencios tan insulsos
que un te quiero o un roce
equivalían al goce
de un beso en su punto justo.
Y no es que yo sea George Clooney
ni que ella fuera Charlize Theron,
pero tras el telón del ordenador
yo era su auténtico "churri" y ella
la mujer que cualquier hombre soñó.
¡¡Olé!! Jaja.

COMUNERO

COMUNERITO

COMUNERITO

Doña MARIAIZABÉ
tié una ija
que meztá
gorviendo loco.
Zube y baha
zesconde ditrá de la paha
corre como lo ratone
zarta y brinca como laj cabra.
E una xiquilla
qui cuando me vé
ze calla
y no dise ni mú, ni dise ná
peo zi me doi la güerta
ze marxa.
E como un ada
zin tacone, ni cucuruxo,
ni ninguna varita mahica,
peo cuando m'abrasa
me jase querela muxo.
Avese ze cree una reina
otra la mamá de no zé quién
la guta zer la mandona
y disir a qué jora jai que comé.
Y ió qui la quiero tanto
tengo que jaser lo queya diga
A COMÉEEE!!!, a comé
A SENÁAAA!!!, a sená
Qui lo ninio zan pueto malo,
ze pone er trahe de médico
y "zana, zana,
culito de rana,
AMEN"
Yen laj cuela me dise enfadá
AQUÍ NO ME DIGA NÁ
QUI A LAJCUELA ZE VIENE A ETUDIÁ.
Azín que COMU
zaca er libro de cuenta
y a contá.
Uno yuno, dó,
dó yuno, tré,
tos los niños me miran
y las niñas me disen toaja la vé:
er COMU tié una novia,
la ija de doña MARIAIZABÉ.

COMUNERO

VOLVISTE

VOLVISTE

Volviste.
Volviste y la puerta se quedó abierta
llenando la casa de luces
de olores de flores de mil colores
que crecen en este planeta,
y de sones,
y de risas,
y de esa paz tan inmensa
que la felicidad completa
ahora ocupa todos los rincones.

Volviste de aquel viaje tan largo
tan lleno de sorpresas y emociones,
tan lleno de campos, montañas y gentes
y otros sueños y otros días,
y otras noches.

Alegraste otra vez el cielo
como se alegran los balcones
con los nidos de las golondrinas,
y aunque sepamos que no son las mismas,
son las hijas de aquellas hijas
que Bécquer nos recordaba
en sus rimas de nostálgicos amores.

Volviste
y en la cocina los ruidos de los cacharros
vuelven a ponerse en orden,
a estar más firmes,
más brillantes
más limpios...
más a la mano.
Hasta el duende de la casa
que se quedó dormido esperando,
se ha despertado,
ha colocado el mantel
y está poniendo los platos.

Y los gatos de la calle
cantan en grupo sentados:
"Si tu has vuelto a casa,
nosotros también vamos,
¡¡Aii hó, aaaii hó!!"


COMUNERO

A JUAN SALVADOR GAVIOTA

A JUAN SALVADOR GAVIOTA

Bajó del cielo volando
no sabía cómo caer,
al principio despacio
y a toda velocidad después.
Tenía prisa por llegar
el viento quemaba su piel
cerraba los ojos de vez en cuando
y los pájaros decían a la vez:
¿Dónde vas? ¿Estás loco?
Era tan joven, tan guapo,
tenía la tierra a sus pies,
no importaba lo demás,
ni comer, ni beber,
era él y la perfección,
algo distinto que pocos ven.
Y seguía el descenso
tan raudo y tan dispuesto,
tan alegre, tan convencido
que las rocas de allá abajo
no serían impedimento para él.
En uno de esos momentos,
casi cuando estaba llegando
miró de reojo a un lado
y sus blancas plumas
empezaban a tomar un brillo
totalmente inusitado.
Tanto brillaban, tanta luz desprendían
que en cierto modo, parecía
transparente como un vaso,
como el aire que se respira,
como un meteoro que cruzara
la noche de lado a lado.
Juan Salvador Gaviota.
Capitán de los Románticos,
defensor de los nostálgicos,
dueño y señor de los que imaginan
un mundo de ideales mágicos.
El estandarte a perseguir,
un maestro, un hermano,
un amigo para mí.
En mi mente sigues presente,
en mis sueños y en mi vida.
Seguirte voy a seguirte
volando como tu hiciste
hasta el final de mis días.

COMUNERO

*Para A.

UNA ROSA EN TU CARA

UNA ROSA EN TU CARA

Una rosa en tu cara
primorosa como una esmeralda
ardiente como el aguardiente
fresca y limpia como tu alma.

Rozaba tus labios rojos
que entre lágrimas besabas
soñando al amor misterioso
que se fue por la mañana
cuando la noche se iba
cuando el cielo clareaba.

Esa rosa en tus manos
recogía entre sus hojas
de tus ojos una fuente tibia de agua
y se volvía más dulce
más roja
más humana
más confidente de tus lágrimas.

Escuchando y conversando
como lo hiciera una hermana
suspirando como una mujer
enamorada.

Apartando las tristezas
devolviendo las alegrías
resultando, al fin,
que la soledad es preciosa
aunque solamente sea esa rosa
tu única compañía.


COMUNERO

¡¡AUPA!!

¡¡AUPA!!

Escribir un poema quisiera
Y decir que lo siento mucho
Que igual no soy el más ducho
En decir lo que se piensa

No soy amigo de la métrica
Por eso si alguien lo mide
Verá que faltan centímetros
Rimas, sones, colores
Olores, sabores, testuras
Y si piensa que es una locura
Igual se junta con mi técnica.

De todas formas quiero
Un poema escribir
Y decir al mundo entero
Que leer poesías
Es sentir.

Sentir que tu alma se llena
Que tus ojos se cierran
Y que, más clarito que las letras,
Los sueños se pueden ver.

Un abrazo para esos poetas
Que siguen escribiendo poemas
Y que nos lo hacen pasar
Tan bien.

COMUNERO

CUANDO LA LUNA ME HABLA

CUANDO LA LUNA ME HABLA

Hay veces
que nuestro amor se confunde.
El mío va saltando de piedra en piedra,
el tuyo,...
aaaah, el tuyo se esconde,
y me mira asustadizo,
sonriendo cuando tropiezo,
avisando entre susurros
los obstáculos por donde piso.

Es mi amor un inconsciente,
habla con todo el mundo,
y se cree que toda la gente
son igual de inocentes.
El tuyo,...
Aaaah, el tuyo anda tras mis pisadas
apoyándose en las profundas,
salvando aquellas que se quedan cubiertas de agua,
y siempre está limpio.
Ni las zapatillas se mancha.
Ni una gota de barro salpica,
ni un mal ruido, ni un ... ¡chof!,
casi casi no se oye nada.

Pero los dos están tan cerca,
que mi amor cuando se da la vuelta
cree que un ángel le vigila.
Eres tu,
aaaahhh, tu eres ese hada,
todo corazón, todo amor,...
toda magia alrededor
que a mi amor le sigue,
le cuida
y le llama,
como una pluma en el viento
escribiendo sin palabras,
caricias entre mis sueños
cuando la luna
me habla.

COMUNERO

LA TRISTEZA

LA TRISTEZA

Hay veces, no siempre,
que la música te hace recordar,
y rememoras aquellos tiempos
en los que la vida era un sueño,
que tu eras más joven
y los demás eran viejos,
ese tiempo al que creías
que nunca llegarías.
Que los que estaban, seguirían estando,
y que tu seguirías siendo
el niño ése que eras.

Hay veces, no siempre,
que ves la silueta de un pájaro
que se posa en tu ventana
y te quedas mirando sus ojos,
su pico, sus plumas,
el nervioso subeybaja de su cola,
y te hace reír.
Y sueñas cogerle entre tus manos,
acariciarle con suavidad,
sentir su respiración y su corazón
latiendo rápido, hasta que llega el momento
y se va.

Hay veces, no siempre,
que cuando oyes un violín
desgarrando el firmamento,
crees que va a ser el último aliento
de alguien que no quiere sufrir más
y te pones triste, y una lágrima aparece
y culpas a una mota de polvo
que te entró.
Pero no, tu y yo sabemos que no es eso,
que es solamente un momento
en el cual la razón no rige,
la consciencia se detiene
y mandan los sentimientos.

COMUNERO