miércoles, 2 de junio de 2010

EL POEMA Y SU FORMA



EL POEMA Y SU FORMA

Si se fijan
los poemas
tienen cuerpo de mujer.
Es como la silueta
de una forma
que se retuerce en la sombra
y leyendolos se transforman
en ese maravilloso ser.
Empiezas por la cabeza,
su pelo,
sus ojos,
sus misteriosos labios rojos
llegando a su amado cuello
donde los besos se hacen más tiernos
y ella parece enloquecer.
Luego sus pechos.
Turgentes, redondos y frescos,
manantiales de leche
que al beber de ellos
dan alimento a los niños
y a los hombres los arrellanan y duermen.
Sus hombros,
sus brazos,
las delicadas manos que terminan en finísimos dedos
que acarician los senderos
que nos llevan a su vientre,
punto de encuentro del fuego
que culmina los deseos
que los besos hicieron arder.
Y cuando el poema llega
al final de su camino,
son sus piernas retorcidas
como si quisieran que no se llegara el día
y dan el abrazo último
con cosquillas en los pies
que jugueteando piden
volver al principio otra vez.

COMUNERO

1 comentario:

  1. Hola chaval veo que te has repetido, pero no importa por que realmente el poema es hermoso.
    Un abrazote grande.

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