martes, 8 de noviembre de 2011

A JUAN SALVADOR GAVIOTA






A JUAN SALVADOR GAVIOTA

Bajó del cielo volando
no sabía cómo caer,
al principio despacio
y a toda velocidad después.
Tenía prisa por llegar
el viento quemaba su piel
cerraba los ojos de vez en cuando
y los pájaros decían a la vez:
¿Dónde vas? ¿Estás loco?
Era tan joven, tan guapo,
tenía la tierra a sus pies,
no importaba lo demás,
ni comer, ni beber,
era él y la perfección,
algo distinto que pocos ven.
Y seguía el descenso
tan raudo y tan dispuesto,
tan alegre, tan convencido
que las rocas de allá abajo
no serían impedimento para él.
En uno de esos momentos,
casi cuando estaba llegando
miró de reojo a un lado
y sus blancas plumas
empezaban a tomar un brillo
totalmente inusitado.
Tanto brillaban, tanta luz desprendían
que en cierto modo, parecía
transparente como un vaso,
como el aire que se respira,
como un meteoro que cruzara
la noche de lado a lado.
Juan Salvador Gaviota.
Capitán de los Románticos,
defensor de los nostálgicos,
dueño y señor de los que imaginan
un mundo de ideales mágicos.
El estandarte a perseguir,
un maestro, un hermano,
un amigo para mí.
En mi mente sigues presente,
en mis sueños y en mi vida.
Seguirte voy a seguirte
volando como tu hiciste
hasta el final de mis días.

COMUNERO







*Para A.







3 comentarios:

  1. Maravilloso tu poema Comu, "¡Si nuestra amistad depende de cosas como el espacio y el tiempo, habremos destruido nuestra propia hermandad! Pero supera el espacio, y nos quedará solo un Aquí. Supera el tiempo, y nos quedará sólo un Ahora. Y entre el Aquí y el Ahora, ¿no crees que podremos volver a vernos un par de veces?" (Juan Salvador Gaviota)
    Un abrazo

    Cecy

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  2. sencillamente perfecto.

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  3. sencillamente perfecto.

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