viernes, 11 de noviembre de 2011

VOLVISTE







VOLVISTE

Volviste.
Volviste y la puerta se quedó abierta
llenando la casa de luces
de olores de flores de mil colores
que crecen en este planeta,
y de sones,
y de risas,
y de esa paz tan inmensa
que la felicidad completa
ahora ocupa todos los rincones.

Volviste de aquel viaje tan largo
tan lleno de sorpresas y emociones,
tan lleno de campos, montañas y gentes
y otros sueños y otros días,
y otras noches.

Alegraste otra vez el cielo
como se alegran los balcones
con los nidos de las golondrinas,
y aunque sepamos que no son las mismas,
son las hijas de aquellas hijas
que Bécquer nos recordaba
en sus rimas de nostálgicos amores.

Volviste
y en la cocina los ruidos de los cacharros
vuelven a ponerse en orden,
a estar más firmes,
más brillantes
más limpios...
más a la mano.
Hasta el duende de la casa
que se quedó dormido esperando,
se ha despertado,
ha colocado el mantel
y está poniendo los platos.

Y los gatos de la calle
cantan en grupo sentados:
"Si tu has vuelto a casa,
nosotros también vamos,
¡¡Aii hó, aaaii hó!!"


COMUNERO



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