Hay noches sin luna
oscuras como una cueva.
Noches tan negras
que parece que están llenas
de espíritus que recorren
los cielos y las estrellas.
Y me gustan esas noches
aunque la luna no salga.
Porque pienso que tu alma
me susurra al oído.
Y le escucho entre dormido
como a un niño que no calla.
¡Que me hable, que me hable,
que no callen las palabras!
Y sonrío imaginando
que te escucho mientras hablas
y en un momento brusco
un ángel pasa y te callas.
Y asustado doy la vuelta
y te busco entre la nada
persigo el rastro que deja
tu perfume que se aleja
entre las sombras apresada.
Y rezo a la noche
que me haga el favor
de volver a sentirte cerca:
tu alma,
tu perfume,
tu calor,
tus palabras...
Y que no te marches nunca
y que nunca te asuste nada,
y que sigas aquí cerca
como un alma enamorada.
COMUNERO
Que bueno Comu que reedites los poemas. Este es bellísimo y no recuerdo haberlo leído antes.
ResponderEliminarTodo es lindo pero el final me ha encantado.
Te dejo un abrazote grande
Cecy
LUCIÉEEERRRNAGA mmmmuuaaakkk, wapa, wapa, wapaaaa. Bueno, pues este poema es de hace tiempo, yo creo que fue cuando empecé a leer aquella novela de LOS CAZADORES DE MAMUTS, ya sabes que yo suelo leer y voy más despacio que tu, jaja lo digo por la otra novela de LA NIÑA MALA jaja.
ResponderEliminarUn besoteee: MMMMUUAAAKKKK